La importancia de las juntas
Los alicatados que elegimos para nuestras casas, son una elección muy importante que nos acompañará durante muchos años. La selección de los azulejos cerámicos o porcelánicos, con acabados rústicos o modernos, cuadrados o apaisados es igual de importante que su colocación, dado que un mismo azulejo cambia mucho su estética si se coloca a escuadra (colocación tradicional), a cartabón (colocación a 45 grados) o contrapeados (colocación como si fueran ladrillos). Por último, es muy importante el tamaño de las piezas, ya que el resultado estético final, varía notablemente si colocamos piezas de 10 por 10 centímetros, o placas de 40 por 40 centímetros u otras formas rectangulares o dimensiones superiores.
No todos los azulejos permiten todas las colocaciones por lo que, además de tener en cuenta la estética de las propias piezas, deberíamos tener en cuenta cómo las vamos a querer ubicar. Tampoco conviene descuidar la profesionalidad del alicatador ya que la preparación de las paredes soporte y los cementos cola utilizados, permiten alargar la durabilidad del aplacado.
Sean cuales sean las medidas adoptadas, la última decisión a tomar debe ser la elección de las juntas y no se trata de una decisión sin importancia. Denominada originariamente “lechada”, históricamente se usaba como una pasta de cemento blanco o negro para rejuntar los alicatados. Actualmente, se cuenta con materiales profesionales, que presentan una durabilidad, acabados hidrófugos, sin poros y coloreados, que aportan un acabado estético importante y una durabilidad notable. Ninguna de ellas, sean cuales sean los aplacados elegidos, debería de disponer de juntas inferiores a 2 milímetros (aunque los azulejos sean rectificados). La dimensión de la junta afecta de manera más que notable al acabado estético de las paredes y suelos. Juntas de 10 milímetros confieren una estética más rústica y juntas de 2 milímetros, más moderna. Cada fabricante recomienda para cada uno de sus productos la dimensión de la junta mínima. Esta recomendación radica en la necesidad de absorber las imperfecciones perimetrales de las piezas y los procesos de dilatación de los acabados. En esta última cuestión, si se dispone de suelo radiante, conviene ampliar las dimensiones recomendadas para evitar abombamientos por dilatación.
Otro aspecto importante es la profundidad de la junta, donde podemos elegir si la deseamos rehundida, semicircular, recta, al ras de azulejo, etcétera. Esta elección también confiere acabados más rústicos o más modernos a nuestras paredes y suelos.
Para terminar hay que recordar que existen muestrarios de colores para la lechada de los azulejos, que terminan de imprimir la personalidad de las paredes y suelos de nuestras casas. Esta elección es casi tan importante como la elección del propio material cerámico que escogemos, por lo que no la descuidéis.
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